El radicalismo local define su rumbo político con la mirada puesta en 2025: El Pro no sería un aliado

El presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) de Ayacucho, Esteban Ralli, brindó definiciones clave en una entrevista en FM 95 respecto del futuro político del radicalismo a nivel local y provincial. En el marco de una convocatoria promovida por la conducción provincial del partido, Ralli anticipó que este miércoles se realizará una reunión en el comité local para que afiliados y dirigentes puedan expresar sus opiniones sobre las próximas estrategias electorales.

Según expresó, es la primera vez en muchos años que se consulta a las bases sobre el rumbo político que debe tomar el partido, lo que consideró como una oportunidad valiosa para democratizar las decisiones. En ese sentido, sostuvo que el radicalismo debe construir un espacio propio, como fuerza de centro, sin alinearse ni con los sectores kirchneristas ni con La Libertad Avanza.

Ralli fue crítico con las alianzas pasadas, en las que el radicalismo quedó relegado pese a aportar estructura territorial. Consideró que el partido debe dejar de “ser furgón de cola” y comenzar a medir su fuerza electoral de forma independiente, con vistas a consolidarse como fuerza protagónica de cara a 2027.

En cuanto al panorama local, el dirigente aseguró que no existen condiciones para un acuerdo con el PRO, debido a la falta de organización de ese espacio en Ayacucho. En cambio, reconoció que hay conversaciones con el MUPA, un sector que forma parte del actual gobierno municipal.

También se refirió a la concejal del PRO que continúa en funciones pese a un posible quiebre del acuerdo electoral. Señaló que, si bien no se trata de una exigencia formal, éticamente correspondería que renuncie para respetar la representación del frente por el cual fue elegida.

Finalmente, Ralli destacó que el radicalismo mantiene una sólida base electoral en Ayacucho y que no se prevé una modificación drástica en los próximos comicios. Sin embargo, subrayó que el desafío no es solo ganar elecciones, sino también fortalecer la representación partidaria genuina dentro de los bloques legislativos, evitando alianzas que diluyan su identidad.