Martiniano Bordignon, un joven de 19 años oriundo de Ayacucho, padece queratocono, una enfermedad ocular crónica que afecta la córnea, provocando deformaciones que llevan a una progresiva pérdida de visión. Esta condición, caracterizada por el adelgazamiento de la córnea, genera miopía, astigmatismo, visión borrosa y doble, complicando las actividades diarias de quienes la padecen.

El diagnóstico fue confirmado en la Clínica de Ojos Santa Lucía, en Mar del Plata, después de un año de padecimientos que iniciaron con dificultades para ver el pizarrón en la escuela. En un principio, Martiniano atribuyó estos síntomas al cansancio, pero al no encontrar mejoría con el uso de anteojos, consultó a varios oculistas hasta que se confirmó que sufría queratocono. Para detener el avance de esta enfermedad, es necesario realizar una queratoplastia, un procedimiento que utiliza gotas y luz ultravioleta.

Martiniano estaba siendo tratado bajo la cobertura de la obra social OSPRERA, que tenía a través de su madre. Sin embargo, al iniciar un trabajo temporal, tuvo que cambiar de obra social, lo que demoró tres meses. Durante este tiempo, completó los estudios prequirúrgicos, pero al momento de la operación, su nueva obra social se negó a cubrir el costoso tratamiento, dejándolo sin cobertura.

Ante esta situación, la familia de Martiniano lanzó una campaña solidaria para recaudar los fondos necesarios para la operación. María, la madre de Martiniano, expresó su profundo agradecimiento hacia la comunidad de Ayacucho: “La gente nos ayudó un montón, especialmente algunos empresarios locales que prefieren mantenerse en el anonimato. En muy poco tiempo logramos juntar el dinero necesario”.

La operación es crucial para frenar el avance del queratocono y permitir que Martiniano mantenga una vida relativamente normal. Aunque el médico ha indicado que la cirugía suele detener la enfermedad, existen casos en los que no es completamente efectiva. Tras la intervención, Martiniano deberá someterse a controles regulares durante un año para asegurar que la enfermedad no progrese.

La familia Bordignon, profundamente agradecida con la comunidad de Ayacucho, continúa manteniendo la esperanza de que la cirugía será un éxito y permitirá a Martiniano recuperar su calidad de vida.