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El origen histórico de“Ayacucho ciudad de las rosas”

El historiador y periodista ayacuchense Abel Bruno, en FM Mágica, relató cómo surgió la denominación que convirtió a Ayacucho en la “Ciudad de las Rosas”, así como el verdadero origen del nombre del partido.
En 1930, el municipio contrató al botánico y paisajista Augusto Sorcenón para renovar la plaza principal. Junto al viverista Alfredo Chambers, ubicado en la chacra municipal, iniciaron un trabajo de embellecimiento con semillas enviadas por el jardinero real del Palacio de Buckingham, en Inglaterra. Así se incorporaron rosales de cuatro estaciones que, con el tiempo, se convirtieron en una de las postales más reconocidas de la ciudad.
La denominación “Ciudad de las Rosas” nació en 1957, durante una reunión casual entre vecinos en la esquina de la recordada tienda Sporman. Entre ellos estaban el doctor Antonio Albano y Raúl Santos. Fue este último quien, al observar la plaza en plena floración primaveral, propuso llamar así a la localidad. Albano tomó la idea y la difundió en un artículo periodístico en Diario La Verdad, que rápidamente ganó aceptación popular. Sin decreto ni resolución oficial, Ayacucho comenzó a ser conocida bajo ese apelativo.
La publicación de los boletines oficiales, en sus portadas, lleva rosas del centro de Ayacucho.
En paralelo, Bruno aclaró el significado histórico del nombre “Ayacucho”. La palabra proviene del quechua y significa “rincón de los muertos”, pero no guarda relación con la historia local. Se refiere a la batalla de Ayacucho, librada en Perú en 1824 —y no 1822, como a veces se menciona—, considerada el último gran enfrentamiento por la independencia de América del Sur, donde las fuerzas patriotas derrotaron definitivamente al ejército español.
En 1865, al crearse diez nuevos partidos al sur del río Salado, el gobierno provincial bautizó al partido bonaerense como “Ayacucho” en homenaje a esa gesta histórica.