En el vibrante mundo de las carreras de picadas, el ayacuchense Nicolás Riela logró recientemente en su participación en una competencia en la ciudad de Azul, donde demostró su pasión, junto a otros locales.
“Siempre me atrajeron las picadas, y cuando supe que se harían en Azul, no dudé en representar a mi ciudad,” comenta Nicolás. Al volante de su Ford Falcon Futura modelo ’73, Nicolás ha implementado mejoras meticulosas, como un carburador de dos bocas y una leva modificada, logrando así un equilibrio.
Nicolás a dejado en evidencia en el mantenimiento riguroso de su vehículo, que utiliza tanto para competir como para actividades cotidianas. “El auto se mantiene como está; lo usamos todos los días. Vamos a las picadas y encuentros, corremos y volvemos andando. Es un auto de calle,” explica.
Con una trayectoria que incluye carreras en Olavarría, Balcarce y ahora Azul, Nicolás cuenta con el apoyo del mecánico Gustavo Gualdieri, quien ha estado a cargo de su auto por más de una década. Esta colaboración ha dado frutos, como su reciente llegada a semifinales en la clase 2 y su victoria en la clase 3.
Mirando hacia el futuro, Nicolás tiene objetivos claros en el mundo de las carreras. “Quiero seguir representando a Ayacucho en la mayor cantidad de competencias posible. Sería excelente que se organizaran carreras aquí; hay espacios como el Club Independiente y el Aero Club que podrían aprovecharse. Esta actividad reúne a mucha gente y sería ideal, ya que brindaría una buena entrada de dinero y más al pueblo,” afirma con convicción.
En la última carrera en Azul, Nicolás no estuvo solo; lo acompañaron Juan Rivarola con un Fiat Duna y Javier Quintero con otro Falcon, evidenciando que la pasión por las picadas es compartida entre varios corredores de la ciudad.