La celebración de Nochebuena y Navidad en Ayacucho transcurrió sin heridos graves relacionados con el uso de pirotecnia, marcando nuevamente un índice de siniestralidad cero en este ámbito. Esto se debe, en gran medida, a la vigencia de una ordenanza municipal que prohíbe el uso y comercialización de pirotecnia sonora, permitiendo únicamente los artefactos lumínicos. Además, de la conciencia colectiva de lo efectos negativos que causan en animales y en personas con condiciones. Sin embargo, se registraron algunos fuegos artificiales sonoros en ciertos puntos de la ciudad, aunque en menor medida que años anteriores.
En el ámbito de seguridad, la policía tuvo que intervenir en varias peleas ocurridas en la vía pública, lo que motivó un refuerzo en los operativos durante la madrugada del 25. La falta de agentes policiales en la ciudad sigue siendo una preocupación, ya que complica la capacidad de respuesta ante incidentes.
En términos generales, la comunidad disfrutó de un festejo tranquilo, sin mayores sobresaltos, mientras que el clima agradable favoreció el desarrollo de las actividades al aire libre.