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Ojo al sol tras el confinamiento: cómo cuidarse para evitar el cáncer de piel
El confinamiento que hemos vivido para luchar contra la Covid-19 nos hace más vulnerables al sol este verano, al no darse la fotoadaptación de otros años. Debemos seguir unos cuidados mínimos para evitar desarrollar un cáncer de piel, bien sea melanoma (el más agresivo), bien sea un carcinoma basocelular (como sufrió Hugh Jackman).
En los últimos 30 años más gente desarrolló un cáncer de piel que cualquier otro tipo de cáncer. En los EEUU se espera que uno de cada cinco habitantes lo desarrolle en el transcurso de su vida. Es el tipo más común en el ser humano y una de sus causas más importantes es la exposición al sol sin protección, así como a las camas solares.
Otras causas menos frecuentes son la exposición repetida a rayos X, la presencia de cicatrices por quemaduras severas, la exposición ambiental al arsénico y antecedentes familiares de cáncer de piel.
Como el daño solar es acumulable, las exposiciones reiteradas e indiscriminadas producen a largo plazo un envejecimiento prematuro, lesiones precancerosas y cáncer de piel.
Bajo el lema “El sol sin protección daña” la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) lanzó su 26º Campaña Nacional de Prevención del Cáncer de Piel para difundir y alertar sobre esta problemática antes de la llegada del verano. Desde hoy y hasta el 22 de noviembre, hospitales, clínicas y centros médicos de todo el país adheridos a la iniciativa realizarán consultas gratuitas relacionadas con la prevención del cáncer de piel.
Sugerimos muchísima importancia a los siguientes signos:
– Las lastimaduras o úlceras que sangran y no cicatrizan.
– Manchas rosadas o áreas irritadas que no desaparecen.
– Bultos rosados de bordes elevados que crecen lentamente.
– Protuberancia o crecimiento de piel brillante.
– Cicatriz blanca donde no hubo lesión anterior.
AUDIO ENTREVISTA FM 88 a Andres Politi