En una extensa entrevista brindada a este medio, Juan Pedro Leclercq, empresario y vecino de Ayacucho, respondió públicamente a las acusaciones que se divulgaron en una reciente nota del Diario Ayacucho, en la que se lo vincula con presuntos delitos económicos, usurpación de propiedades y hasta con la participación en una supuesta asociación ilícita.

Desmiente las acusaciones: “Es todo mentira”

“Todo lo que publicaron es falso”, afirmó Leclercq al comenzar la entrevista. Según relata, su nombre nunca fue mencionado de forma directa en la nota, aunque en otro lugar si.

Aclaró que atravesó dificultades económicas importantes con su firma Petayna S.A, debido al manejo de cheques en el sistema financiero. Reconoció que, en determinado momento, la empresa no logró cubrir varios compromisos bancarios, lo que provocó el rechazo de cheques. No obstante, aseguró que actualmente está resolviendo sus deudas con clientes y bancos: “Gracias a Dios, estamos levantando los cheques. Nunca recibí una carta documento, y a quienes les debemos, les estamos pagando”.

La polémica del campo y el conflicto con Pérez

Uno de los focos del conflicto gira en torno a un campo que Leclercq ocupó durante un tiempo. Relató que comenzó a alquilarlo de palabra a través de un abogado local, Pérez, quien se habría presentado como apoderado de los propietarios. Según su versión, pagaba alquileres regularmente a Pérez hasta que un día este le comunicó que los verdaderos dueños querían disponer del campo para otra persona.

Ante esa situación, Leclercq decidió permanecer en el predio hasta constatar la veracidad de los títulos de propiedad: “Empecé a averiguar y me di cuenta de que los papeles que tenía Pérez no eran legales. Cuando se lo planteé, se enfureció y me amenazó con hacerme meter preso”, denunció.

Asimismo, afirmó que su permanencia en el lugar no implica usurpación ni intención de apropiarse del inmueble ilegalmente. “Si mañana aparece alguien con la escritura en regla, me tengo que ir. Pero mientras tanto, lo estoy manteniendo y trabajando con inversión propia”, aclaró.

Las acusaciones de apropiación indebida de propiedades

Respecto de las versiones que lo acusan de haber adquirido terrenos mediante presiones o maniobras fraudulentas, Leclercq respondió con firmeza: “No existe ningún tipo de apriete. Las propiedades que tengo las compré por los canales legales: algunas en remates judiciales, otras a través de escrituras públicas”.

Mencionó específicamente propiedades compradas en Dolores y otras localidades, y aseguró tener respaldo documental de todas ellas. En cuanto a un terreno cercano a la Escuela Agraria de Ayacucho, indicó que fue adquirido a la Municipalidad y escriturado a nombre de su esposa.

Las finanzas de la empresa y los créditos bancarios

En cuanto al volumen económico que manejaba su firma, Leclercq argumentó que, debido a su actividad ganadera, las operaciones podían involucrar cifras altas, como ventas de camiones de hacienda por valores superiores a los 50 millones de pesos. Aseguró que eso explica por qué su empresa accedía a líneas de crédito importantes para descontar cheques: “Quienes conocen el rubro saben que la facturación es alta, y si todo se hace en blanco, el banco responde”.

Negó también que haya habido connivencia con funcionarios bancarios o escribanos para obtener beneficios indebidos. “El banco te pide papeles. No hay otra. Nadie te da un crédito por ser simpático”, expresó con contundencia.

Respuesta al supuesto “liderazgo de una asociación ilícita”

Sobre una de las acusaciones más graves –su presunto rol como cabecilla de una organización ilícita dedicada a maniobras con propiedades y cheques– Leclercq fue categórico: “Eso es un disparate. Acá no hay ninguna banda. Soy un comerciante que atravesó una crisis, como muchos otros. Me hago cargo de los errores, pero no soy un delincuente”.

También apuntó directamente contra Pérez, a quien acusó de tener motivaciones personales: “Está enojado conmigo porque no acepté seguir con su juego en el campo. Él mismo me cobró alquileres con papeles truchos. Todo esto es una venganza”.

Situación actual y perspectivas

Leclercq afirmó que su empresa está en proceso de recuperación, que mantiene diálogo con sus acreedores y que muchos de ellos han aceptado planes de pago. “No hay ninguna estafa. Estoy dando la cara, hablando con todos, y ordenando la situación”, remarcó.

Se mostró molesto por el tratamiento periodístico que recibió su caso y sugirió que detrás de la nota del Diario Ayacucho puede haber intereses políticos.

Concluyendo: “Estoy tranquilo porque no hice nada ilegal”

Al finalizar la entrevista, Leclercq insistió en que jamás usurpó una propiedad, que no presionó a nadie para comprar bienes, y que todo lo que tiene lo adquirió con esfuerzo: “Si me equivoqué, fue en lo financiero, por confiar en el sistema de cheques. Pero no soy un estafador. Lo importante es que estoy resolviendo los problemas y enfrentando las acusaciones de frente”.