En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, la Municipalidad de Ayacucho llevó adelante una jornada cultural y de reflexión en el Espacio Cultural La Usina. La actividad incluyó música, talleres, mural, exposiciones y proyecciones, pero la principal voz de la jornada fue la de Paz Branchini, referente del área municipal de Juventudes.

En diálogo con Radio Ayacucho, Branchini subrayó que el objetivo central es romper el silencio y el aislamiento: “Siempre decimos que escuchar, acompañar y no juzgar puede marcar una gran diferencia en la vida de alguien que atraviesa un momento difícil”.

La funcionaria destacó que el municipio trabaja desde hace dos años en programas vinculados a la salud integral de los jóvenes. “El suicidio es un tema mundial y multicausal. Nos preocupa sobre todo la población adolescente, que comparte las mismas estadísticas que en el resto del mundo”, señaló.

Branchini recordó que el año pasado, junto a la Fundación INECO, se impulsó una capacitación sobre la problemática dirigida a medios de comunicación, escuelas y familias, e insistió en que la prevención debe sostenerse todo el año.

“Los adolescentes muchas veces sienten que un problema no tiene solución. Nuestro trabajo es demostrarles que siempre hay alternativas. Por eso generamos espacios como los talleres de escritura, la música y las charlas. La salud mental se construye de manera comunitaria”, explicó.

La referente de Juventudes también remarcó que la pandemia profundizó el debate sobre salud mental, logrando mayor visibilidad en la sociedad y en la política. “Hoy nos hacemos cargo de que es un problema mundial y que todos tenemos responsabilidades: familias, instituciones, amigos y el Estado”, sostuvo.

Finalmente, Branchini insistió en el mensaje que busca transmitir a los jóvenes: “No hay nada que no tenga solución cuando uno pide ayuda. Hablar, compartir y poner en palabras lo que nos pasa es el primer paso para aliviar el dolor y encontrar una salida”.