En los últimos días, han circulado versiones que indican un posible cierre de la sucursal del Banco Nación en la ciudad de Ayacucho. Si bien no existe una confirmación oficial, el rumor también llegó a otras localidades.

La alarma surgió a raíz de la notable reducción del personal en la sucursal, donde en los últimos meses se registraron seis bajas: tres por jubilación y tres por retiros voluntarios ofrecidos por la entidad. Ninguno de estos puestos ha sido cubierto, lo que ha generado una sobrecarga de tareas en el equipo restante.

Fuentes admitieron que existe una situación crítica en cuanto a la dotación de personal, aunque señalaron que, por el momento, no hay ingresos previstos. “Estamos haciendo lo posible para mantener el funcionamiento con los recursos disponibles”, indicaron.

Sin embargo, desde el entorno del Banco Nación también se intentó llevar tranquilidad, destacando que la sucursal de Ayacucho no está entre las de mayor riesgo de cierre. A diferencia de otras dependencias ubicadas en edificios alquilados —que forman parte de un plan de ajuste y racionalización— la sede local opera en un inmueble propio del banco, lo que, por ahora, la resguarda de una clausura inmediata.

El contexto forma parte de un programa de recorte más amplio que la institución está implementando en diversas zonas del país. En otras localidades ya se han producido cierres, como el reciente caso en el partido de La Matanza, y se han registrado numerosos despidos y retiros voluntarios como parte de una política de achique que genera inquietud en las comunidades afectadas.

Mientras tanto, los empleados en Ayacucho continúan cumpliendo sus funciones con recursos limitados, a la espera de definiciones claras por parte de las autoridades. La situación se monitorea de cerca, aunque, por ahora, el cierre no sería una amenaza.