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Se cumplen tres años de ganar el Mundial 2022
El cumpleaños del logro más esperado: este jueves se cumplen tres años de la consagración de la Selección argentina en el Mundial de Qatar 2022. La final, disputada el 18 de diciembre ante Francia en el Estadio Lusail, terminó 3-3 en un duelo vibrante y se definió por penales, con triunfo albiceleste.
Argentina se quedó con su tercera estrella luego de una final de alto voltaje ante Francia, que obligó a jugar tiempo extra tras el empate 3-3 y derivó en una definición por penales. La actuación decisiva de Emiliano Martínez, la jerarquía de Lionel Messi y el temple del equipo marcaron un capítulo inolvidable en la historia deportiva del país.
Del golpe inicial a la recuperación
El camino al título no fue sencillo. El debut con derrota 2-1 frente a Arabia Saudita encendió las alarmas y cortó una racha de 36 partidos sin perder. Sin embargo, el plantel dio un giro anímico inmediato. Con un Lionel Messi determinante, Argentina venció 2-0 a México y repitió el resultado ante Polonia, asegurando el liderazgo del Grupo C.
“Que la gente confíe”, dijo Messi tras la caída inicial, y esa frase quedó grabada para siempre en el recorrido del campeón.
De duelo en duelo, hasta la cima
En octavos, el 2-1 sobre Australia confirmó la tendencia ascendente del equipo. Luego llegó el vibrante cruce ante Países Bajos, resuelto por penales tras un 2-2 dramático, y la sólida victoria 3-0 ante Croacia en semifinales, con Julián Álvarez de protagonista.
La final eterna
El partido decisivo ante Francia fue una montaña rusa emocional. Argentina dominó gran parte del juego, con goles de Messi y Ángel Di María para el 2-0 parcial. Kylian Mbappé empató con un doblete sobre el final del tiempo regular, volvió a igualar en el alargue y forzó los penales.
Allí apareció otra vez el brillo de Emiliano Martínez y la firmeza del plantel para sellar el triunfo por 4-2 desde los doce pasos, conquistando el título mundial después de 36 años.
Un legado imborrable
El 18 de diciembre quedó marcado para siempre en el fútbol argentino. Tres años después, el recuerdo sigue más vivo que nunca: con emoción, orgullo y la certeza de haber presenciado un momento único en la historia del deporte nacional
