Durante la emisión del programa “Nueva Ciudad” de Radio Ayacucho, se abordaron múltiples incidentes delictivos que preocupan a los residentes y comerciantes de la ciudad.
Uno de los casos más alarmantes ocurrió en una conocida forrajería de la calle Murgier, a metros de la avenida Colón, donde delincuentes ingresaron durante una tormenta intensa. Rompiendo el techo y moviendo algunas chapas, lograron llevarse artículos de limpieza, golosinas, alpargatas y bebidas. Esta modalidad de robo ha sido recurrente en la ciudad, afectando a varios comercios con similar modus operandi.
Soledad Machado, comerciante del barrio, relató su experiencia: “Hace un mes y medio me entraron a robar dos veces, llevándose fiambres, bebidas y artículos de limpieza“. La policía científica, encargada de recolectar huellas y evidencias, no ha logrado resolver el caso, lo que incrementa la frustración y sensación de impunidad entre los afectados.
Además de los robos en comercios, el sector rural también ha sido blanco de delitos. Martín Lopinto, víctima de un robo en su propiedad, declaró que tras más de un mes desde el incidente, aún no ha recibido noticias sobre el paradero de sus herramientas, valoradas en más de dos millones de pesos. La incapacidad de retomar sus actividades laborales refleja la gravedad de estos crímenes.
La justicia y la actuación policial han sido cuestionadas. Aunque los delincuentes son identificados y detenidos, muchas veces son liberados rápidamente. La falta de un sistema confiable de registro de huellas dactilares y la ineficacia de la policía científica son puntos críticos señalados por los residentes.
En el ámbito rural, el Comando de Prevención Rural (CPR) de Ayacucho está investigando varios casos, incluido el robo en el campo “La Esperanza”, donde se llevaron motosierras, motobombas, televisores y otros bienes. “La reincidencia de delitos y la falta de detenciones efectivas generan una sensación de vulnerabilidad“, comentó un oficial del CPR.