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Se restauró el mural en homenaje a Angélica Chimeno de Bauer y a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo

El pasado domingo, se llevó a cabo una jornada de restauración y puesta en valor del mural ubicado en la esquina de las calles Sarmiento y Poderoso de la ciudad de Ayacucho, en conmemoración de Angélica Chimeno de Bauer, emblemática figura de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. La actividad se enmarcó en el cierre de la Semana de la Memoria por la Verdad y la Justicia, en un contexto donde distintos sectores de la sociedad insisten en mantener viva la historia frente al avance de discursos negacionistas.
La concejala Sandra Divasson, referente local de Unión por la Patria y militante de La Cámpora, fue una de las principales impulsoras de la iniciativa. En declaraciones a Radio Ayacucho, destacó la importancia de recuperar un espacio simbólico para la comunidad que había sido vandalizado tiempo atrás. “Nos pareció fundamental que sea un artista local quien lleve adelante la restauración. Este mural no es solo una obra de arte, sino un acto de memoria activa, una manera de reafirmar nuestro compromiso con los valores de Verdad, Memoria y Justicia”, expresó.
La jornada comenzó alrededor de las 10 de la mañana y se extendió hasta las 15 horas, con la participación de jóvenes voluntarios que no solo colaboraron con la pintura, sino también con tareas de limpieza y acondicionamiento del lugar. Se removieron malezas, se reacondicionó la base del mural y se generó un entorno más amigable para quienes transitan por la zona.
La nueva intervención artística fue llevada adelante por Simón Jatip, artista reconocido por sus trabajos anteriores en distintos puntos de la ciudad, junto a Amanda Sutil, quien también aportó su talento en esta obra colectiva. Ambos fueron agradecidos públicamente por su compromiso con la memoria y por “reflejar con la magia de sus manos una historia de amor por la verdad y la justicia”.
El mural, originalmente inaugurado hace más de una década, rinde homenaje a Angélica Chimeno de Bauer, figura local en la lucha por los derechos humanos, y por extensión a todas las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, quienes desde hace más de 40 años encarnan la búsqueda incansable por los desaparecidos de la última dictadura cívico-militar en Argentina.