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Ángeles Rawson: a 10 años del femicidio, las pruebas y dos autopsias que condenaron a Mangeri

La autopsia que se le realizó a Ángeles Rawson, el 11 de junio de 2013, fue considerada la prueba fundamental para acusar a Jorge Néstor Mangeri apenas cinco días después de haber asesinado a la adolescente. Esta acusación llevó a Mangeri a prisión, y el proceso judicial que siguió duró dos años y un mes, culminando con su condena por parte del Tribunal Oral Criminal Nro. 9. Sin embargo, ahora se ha revelado que la autopsia estaba mal realizada y presentaba elementos que podrían favorecer al autor de los hechos. El informe, de once folios, presentado por el doctor Konopka, contenía numerosas contradicciones y observaciones que diferían significativamente de lo que se observaba en el cuerpo de la joven asesinada.
El viernes 14 de junio de 2013, en un día que se extendió durante más de 24 horas y que culminó con la detención de Mangeri, el especialista compareció ante la fiscalía de la doctora Asaro y proporcionó su testimonio, complementando así su informe tanatológico. En su declaración, el doctor Konopka afirmó que no existían evidencias de violencia sexual o asalto, tanto en los genitales como en otras áreas externas del cuerpo (folio 198, del primer tomo de la Causa). Además, agregó que no se encontraron evidencias morfológicas que indicaran estrangulamiento por lazo o estrangulamiento manual. Concluyó su testimonio afirmando que Ángeles habría experimentado una lenta agonía.
Estos tres elementos, incluidos en el primer documento con el que la Fiscalía dio detalles a la opinión pública, sugerían que después de atacar a la joven, “Mangeri la habría depositado en un container de residuos de la zona, para su recolección por los camiones compactadores… ya dentro de una de estas unidades, el mecanismo de compresión instalado en las mismas le habría provocado lesiones vitales… causando su deceso”.
La primera autopsia resultó ser tan errática como contradictoria, lo que llevó a la convocatoria de una junta médica con peritos de ambas partes. Sin embargo, el desacuerdo entre los expertos fue aún mayor. Ante esta situación, el juez y la fiscal decidieron buscar una opinión más calificada, tal como había sido solicitado por el Dr. Pablo Lanusse, abogado representante de la querella de Franklin Rawson. Se convocó entonces a todo el Cuerpo Médico Forense (CMF), incluido su decano, y a los peritos de ambas partes. El objetivo de esta junta médica era revisar el video registrado de la primera autopsia, examinar las fotografías y revisar los informes escritos. Se trató de una especie de “autopsia de la autopsia” llevada a cabo por el propio Konopka, quien también formaba parte del CMF.
La junta médica presentó su informe el 22 de agosto de 2013, dos meses y medio después de la muerte de Ángeles. Este nuevo informe constaba de 95 páginas y, según los hallazgos macroscópicos e histopatológicos, concluyó
que los procesos que precedieron a la muerte de Ángeles Rawson estaban relacionados con la asfixia mecánica, sin elementos científicos que respaldaran la afirmación de que hubiera existido una agonía prolongada.
Estos nuevos hallazgos ponen en duda la validez de la autopsia inicial y generan interrogantes sobre la investigación y el proceso judicial que llevaron a la condena de Jorge Néstor Mangeri.