Felipe Palagani, un bebé de siete meses oriundo de Neuquén, se encuentra en emergencia nacional a la espera de un trasplante de corazón que podría salvarle la vida. Su lucha comenzó hace dos meses, cuando una bronquiolitis derivó en una infección bacteriana severa que comprometió su corazón. Desde entonces, Felipe ha sido trasladado entre diferentes centros de salud en busca de soluciones para su delicada condición.
Inicialmente, fue atendido en el San Lucas de Neuquén, donde estuvo internado 15 días. Ante el agravamiento de su estado, fue derivado a la clínica Suizo Argentina en Buenos Aires, donde permaneció cinco días más. Finalmente, fue trasladado al Hospital Italiano, donde actualmente está conectado a un soporte vital ECMO debido a la severidad de su diagnóstico: miocardiopatía dilatada con disfunción severa del ventrículo izquierdo.
Su familia ha impulsado una campaña nacional para concientizar sobre la importancia de la donación pediátrica de órganos, un tema crucial que puede marcar la diferencia para Felipe y otros niños en situaciones similares. Bajo el lema “Los órganos no van al cielo”, buscan sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de donaciones pediátricas, que dependen del consentimiento de los padres o tutores legales.
Macarena, tía del pequeño, explicó la gravedad del caso en diálogo con TN: “El soporte vital no es un tratamiento permanente, solo nos da más tiempo. Su corazón ya no responde, y el trasplante es su única esperanza”. Por su parte, la madre de Felipe subrayó: “Estamos contrarreloj. Necesitamos que su caso sea conocido para que aparezca un donante”.
Mientras esperan un milagro, la familia se encuentra alojada en la Casita de Ronald, cerca del Hospital Italiano. Desde allí, insisten en la necesidad de viralizar la historia de Felipe para generar conciencia y solidaridad. Felipe, el bebé neuquino que ha recorrido un largo camino por clínicas en su lucha por la vida, representa la urgencia de actuar en favor de la donación pediátrica.