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Una ayacuchense contó cómo vive con una difícil situación habitacional
Nélida Oliferuk, una vecina que vive en una vivienda precaria con techo de chapa en grave estado, enfrenta una situación límite debido a la inminente demolición de la casa contigua, la cual está poniendo en riesgo la estructura de su hogar. Nélida vive en la casa con sus tres hijos, uno de ellos con una discapacidad severa, y con su hija mayor, que recientemente fue madre de un bebé de tan solo siete días. Actualmente, Nélida no cuenta con empleo y depende de la asistencia social.
La vivienda, que Nélida ocupa prestada tras el fallecimiento de sus padres y tíos, está siendo demolida por parte de sus familiares debido a supuestas amenazas de usurpación. Este proceso ha generado un deterioro acelerado en la estructura del hogar donde reside la familia, incluyendo el desprendimiento de partes del techo y concreto, lo que ha provocado temblores en las paredes del galpón y el desprendimiento de material sobre las camas donde duermen los niños, contó la mujer.

“Lo que más me preocupa es que con la demolición de la casa vecina, nuestra casa puede colapsar en cualquier momento. No hemos recibido aviso formal, y con mi hijo en tratamiento en Mar del Plata y un bebé recién nacido, nos encontramos en una situación desesperante”, explicó Nélida.
A pesar de estar inscrita en los registros del municipio para el sorteo de viviendas sociales, los mismos no se realizarán hasta fin de año. En su búsqueda de un alquiler, ha intentado contactar varios lugares, pero todos ya estaban ocupados. Con el calor acercándose y solo un nylon cubriendo parte del techo, la familia busca de manera urgente cualquier opción de vivienda temporaria, ya sea un garage o una habitación con un techo seguro y acceso a un baño.



La situación de su hijo menor es crítica. Padece la enfermedad de Pertes, una afección que afecta gravemente su cadera, por lo que requiere atención médica continua en Mar del Plata. Hasta el momento, Nélida y su familia han sobrevivido gracias a la asistencia social, pero las condiciones insalubres de su vivienda hacen que una solución inmediata sea imprescindible.
Nélida hace un llamado a la comunidad y solicita la difusión de su situación en los medios locales. “Cualquier ayuda es bienvenida. Necesitamos un lugar seguro donde quedarnos. Somos gente humilde, pero cuidadosa. Solo necesitamos un techo donde podamos estar tranquilos y seguros”, expresó.
Para colaborar o brindar algún tipo de asistencia, pueden comunicarse directamente con Nélida Oliferuk al número de teléfono 2494052916.
