El pasado 1° de agosto se jubiló oficialmente el docente Roberto González, un pilar fundamental en la historia reciente de la Escuela de Educación Técnica N°1 “Juan Labat” de Ayacucho. Con 30 años de servicio y una vida entera vinculada a la institución —de la que también fue alumno—, González cerró su etapa activa como profesor y jefe de taller, dejando una huella profunda en la comunidad educativa.

Pero más allá del reconocimiento a su trayectoria, en su despedida dejó un mensaje claro: la educación técnica es clave para el desarrollo del país. Durante una entrevista radial, González expresó su preocupación por la pérdida de espacios formativos en oficios tradicionales, y remarcó la necesidad urgente de fortalecer el sistema técnico profesional.

“La educación técnica es una de las mejores formaciones que un alumno puede recibir. Abre muchas puertas, da herramientas concretas, y forma personas integrales. Hoy el país necesita técnicos, oficios, formación en herrería, electricidad, plomería. Y la técnica es la base”, afirmó.

Con una visión crítica pero constructiva, recordó cómo en los últimos años se redujeron horas de taller y se modificaron planes de estudio. Sin embargo, celebró que algunos de esos espacios están empezando a recuperarse.

Durante su carrera, González dio clases en Ciclo Básico y Superior, lideró proyectos técnicos en el área de electricidad, mecánica y diseño, y fue impulsor de experiencias educativas innovadoras, como la participación en el Desafío Eco YPF.

Ya jubilado, continuará colaborando en el taller de la institución. “Esto no es un adiós. Sigo siendo parte. Donde me inviten, ahí voy a estar”, dijo con humor. A lo largo de su trayectoria, formó a generaciones enteras de estudiantes. Algunos hoy son sus colegas; otros, padres de alumnos actuales.

“Hoy tengo compañeros de trabajo que fueron alumnos míos. Esa es la mayor satisfacción que me llevo: saber que algo de lo que uno dio, sigue creciendo en los demás”, concluyó.