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Un año de la tragedia: Una familia que transforma el dolor en una lucha por la concientización sobre la salud mental

El pasado 14 de julio se cumplió un año del trágico caso de un joven en Ayacucho que, tras solicitar ayuda por un largo tiempo, decidió terminar con su vida. La intensa búsqueda de Emmanuel Franzino se llevó a cabo durante varias horas y culminó en una noticia devastadora para su familia y amigos. Este suceso subrayó la creciente problemática de la salud mental y la necesidad urgente de revisar las políticas de prevención del suicidio.
La familia Franzino, profundamente afectada por esta tragedia, ha tomado acciones significativas para crear conciencia sobre la salud mental. En un gesto cargado de emotividad, días después del caso intervinieron en un mural en la intersección de Brown y Solant, que busca sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de una atención adecuada en este ámbito. Gonzalo Franzino, hermano del joven fallecido, explicó a Urgente Ayacucho hace un año que la idea del mural surgió de su amigo Ale Varela y que él se sumó al proyecto de inmediato. “Vimos esta forma de expresión como una herramienta adicional para sensibilizar y visualizar esta problemática que nos afectó directamente como familia, así como a otros que también han sufrido lo mismo”, comentó Gonzalo.
El mural, creado por el artista local Simón Jatip, captura vívidamente la esencia de Emanuel y transmite el mensaje que la familia desea compartir. Gonzalo subrayó la necesidad de una legislación que garantice una atención adecuada y oportuna para quienes necesitan apoyo en salud mental.
La ubicación del mural se ha convertido en un símbolo de lucha contra el estigma en torno a la salud mental y una llamada a la acción para mejorar los servicios de atención.
El mural fue revelado en una fecha emotiva, el día del cumpleaños de la madre de los hermanos Franzino. Aunque la ocasión fue conmovedora, la familia está decidida a utilizar su dolor para inspirar un cambio positivo.
Esta historia no solo resalta una tragedia personal, sino que también es un llamado a la acción para que la sociedad y el Estado trabajen juntos en la mejora de los servicios de salud mental y la prevención del suicidio. La familia Franzino ha convertido su dolor en una campaña de concientización que busca evitar que otros pasen por una situación similar.
Si estás pasando por una situación similar o conoces a alguien que está atravesando una crisis emocional, no dudes en llamar al 135 para recibir ayuda.