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“El olor a muerte era terrible”: el periodista que cubrió el atentado a la AMIA recuerda como fueron las primeras horas

EL 18 de julio de 1994 las 9:53 de la mañana, una explosión devastadora sacudió la sede de la centenaria Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en Buenos Aires, marcando el mayor atentado terrorista en la historia de Argentina. Este trágico evento, que dejó 85 muertos y más de 300 heridos, sigue resonando en la memoria colectiva del país.
Cada año, al llegar esta fecha, a la misma hora exacta, suena una sirena en homenaje a las víctimas, mientras el reclamo de justicia se mantiene vivo. A pesar del paso del tiempo, 30 años después, la herida permanece abierta debido a la impunidad que envuelve el caso.
La Justicia argentina ha señalado a Irán y al grupo extremista Hezbollah como los responsables del atentado, pero hasta el día de hoy no hay detenidos ni condenados. La investigación judicial ha sido criticada por sus numerosas irregularidades y la falta de avances significativos.
Entre los periodistas que cubrieron el atentado se destaca Sergio Horacio Lapegüe, reconocido periodista y conductor de radio y televisión argentino. En una reciente entrevista con FM 95, Lapegüe compartió su experiencia de aquel fatídico día: “Volver a encontrarme con esta historia es enfrentarme de nuevo con el horror, la locura y la destrucción que presencié el 18 de julio de 1994. Es un lugar donde se pide justicia, donde conocí de cerca el sufrimiento de las víctimas y sus familiares”.
Lapegüe recordó cómo, en aquel momento, era un joven movilero y fue uno de los primeros en llegar al lugar de la explosión. “No hacía móvil en vivo, solo notas grabadas. Sin embargo, ese día debuté en vivo porque no había otros periodistas disponibles. La escena era aterradora, el olor a muerte era indescriptible”, relató.
A lo largo de los años, esta fecha ha quedado grabada en la memoria del periodista. “Durante los primeros 15 o 16 años, siempre estuve presente en los actos conmemorativos, pero luego, al convertirme en conductor, dejé de cubrir estas historias en la calle”, comentó Lapegüe. “Este año decidí volver, ya que se cumplían 30 años. Es muy triste ver cómo la justicia sigue siendo una deuda pendiente. Muchas de las personas que venían a pedir justicia ya no están, han fallecido esperando”.
El acto de conmemoración contó con una amplia participación de familiares, amigos y representantes de diversas delegaciones.
Durante el evento, hablaron los familiares de las víctimas, así como el presidente de la AMIA, quienes renovaron el pedido de justicia y recordaron a los fallecidos. El presidente de la AMIA también agradeció al gobierno actual por declarar al grupo Hamas como organización terrorista.
El testimonio de los familiares fue especialmente emotivo y resonó profundamente entre los presentes. “Cada palabra de los familiares te llega al corazón”, dijo Lapegüe. “Es imposible no conmoverse al escuchar sus historias de dolor y resistencia”.
La conmemoración de este trágico aniversario es un recordatorio persistente de la necesidad de justicia y de la resiliencia de una comunidad que, a pesar del dolor, sigue luchando por la verdad y la memoria. El atentado a la AMIA no solo marcó una página negra en la historia argentina, sino que también dejó una profunda cicatriz en el corazón de todos los que vivieron y siguen recordando aquel terrible día.