Catorce pingüinos magallánicos (Spheniscus magellanicus) regresaron al océano desde las playas de San Clemente del Tuyú, tras ser rehabilitados por la fundación Mundo Marino. Las aves fueron rescatadas entre fines de marzo y principios de mayo de este año en las localidades de La Costa, Pinamar y Villa Gesell. Presentaban cuadros de desnutrición, deshidratación, hipotermia y alta carga parasitaria .
En el rescate y primeros auxilios participaron diversas instituciones, como la Fundación Ecológica Pinamar, la Fundación Rescate Verdemar, el grupo de rescate de Fauna Silvestre y la Prefectura Naval Argentina..
Sergio Rodríguez Heredia , biólogo y responsable del centro de rescate de la fundación Mundo Marino, explicó que los pingüinos rescatados eran juveniles realizando su primera migración trófica, nacidos en noviembre del año pasado. Ingresaron con el llamado “síndrome del pingüino varado”, caracterizado por bajo peso, deshidratación, anemia, hipotermia y alto grado de parasitismo.
Para estabilizar a los pingüinos, primero se les administran sales rehidratantes y agua por vía oral. Luego, se les ofrecerá una fórmula de pescado licuado con vitaminas y minerales hasta que puedan consumir pescado entero. Además, se realizaron análisis de sangre y material fecal. Juan Pablo Loureiro, médico veterinario y director técnico de la fundación, detalló que los pingüinos presentaban deshidratación, anemia y, en algunos casos, infecciones que requirieron antibióticos. Afortunadamente, respondieron bien al tratamiento y tras nuevos análisis que mostraron parámetros sanguíneos normales, se compararon que estaban listos para regresar al mar.
Antes de ser liberados, se les colocó un microchip subcutáneo en la zona dorsal. Que posee un código asociado a la historia clínica del animal, permitiendo su identificación en futuras apariciones.
Esta especie, clasificada como de “preocupación menor” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), habita a lo largo del litoral sudamericano, desde Península Valdés en Chubut hasta Tierra del Fuego, incluyendo las Islas Malvinas. Su ciclo reproductivo ocurre entre septiembre y marzo, tras lo cual mudan su plumaje e inician su migración, que puede extenderse hasta Río de Janeiro, recorriendo unos 5000 kilómetros en seis meses. Su dieta incluye peces como anchoítas, sardinas y merluzas, moluscos como calamares y crustáceos como el langostino. La migración está estrechamente ligada al movimiento estacional de la anchoíta, una de sus principales presas, que durante nuestro invierno, luego de haber migrado desde nuestra Patagonia, desovan en las costas de Brasil.
Fuente: 0223