La Policía correntina interrumpió en la madrugada de este domingo una fiesta clandestina en un domicilio particular de la que participaban más de 150 personas y en la que el anfitrión era un adolescente de 16 años.
La fiesta terminó alrededor de las 3:30 cuando efectivos policiales del Grupo de Respuesta Inmediata Motorizada IV llegaron alertados por la música a un domicilio ubicado por calle Irupé al 700 en el barrio Madariaga, de la ciudad de Corrientes.
La mayoría de los asistentes también eran menores de edad. En consecuencia, los agentes informaron al juzgado federal de lo sucedido y secuestraron las botellas de alcohol.
La Justicia Federal abrió una investigación sobre el chico de 16 años que armó el festejo y sobre los 150 presentes al momento en que llegó la Policía de Corrientes.
Enterados de lo ocurrido, el papá del anfitrión se puso a disposición del juez, explicó que era su casa, pero que él no estaba al momento de la fiesta clandestina de su hijo.