Luisina Álvarez, una vecina de Ayacucho, domiciliada en Murgier entre Pasteur y Ameghino, manifestó públicamente su profunda indignación y tristeza tras el atropello de su gata, a quien consideraba parte de su familia.
A través de un mensaje compartido con este medio, describió a su animal de compañia, llamada Misky, como una compañera cariñosa y dócil. Sin embargo, expresó que su vida fue truncada por un automovilista que no se detuvo ni avisó del incidente. La vecina destacó su impotencia ante el hecho, lamentando la falta de responsabilidad y empatía de quien ocasionó la pérdida.
“Para vos puede no ser nada, pero para mí es parte de mi familia. Los cuido como si fueran hijos, y duele que los maten de esta manera”, expresó con dolor.
El caso pone en evidencia la necesidad de fomentar el respeto por los animales y la responsabilidad al conducir, especialmente en áreas residenciales. También resalta que este tipo de hechos constituye un delito penado por la Ley 14.346, conocida como Ley Sarmiento, que protege a los animales contra el maltrato y la crueldad. Es fundamental denunciar estos actos y promover una mayor concientización en la comunidad para evitar que se repitan.
