Luis Figueroa, un comprometido deportista, ha dedicado su vida a la creación y mantenimiento de la Escuela de Ciclismo Infantil de Ayacucho, una de las más grandes e importantes de la provincia de Buenos Aires. Este proyecto, sostenido gracias al esfuerzo de Figueroa y la colaboración de padres y voluntarios, no solo promueve el deporte, sino que también afronta graves problemáticas sociales, como la violencia familiar y la desnutrición.

En una entrevista reciente en Radio Ayacucho, Luis Figueroa habló sobre las severas dificultades económicas que enfrenta la escuela debido a la falta de apoyo gubernamental. “Es un deporte muy caro”, explicó, detallando que solo en bicicletas, la escuela mantiene alrededor de 40 “Los gastos son inmensos y mantener todo en funcionamiento es una lucha constante”.

Para enfrentar estas dificultades, la escuela ha organizado una venta de pollos y ensaladas el próximo 20 de julio. “Será al mediodía en nuestra sede”, comentó Figueroa. “El pollo con ensalada rusa tendrá un costo de $10,000. Esta iniciativa es crucial para recaudar fondos y continuar con nuestras actividades”.

Sin embargo, el problema va más allá de la financiación. Figueroa destacó la falta de interés y respuesta por parte de las autoridades locales. A pesar de múltiples intentos de establecer contacto con el intendente y otros funcionarios, la ayuda prometida nunca se materializó. “Este es un proyecto único en la provincia y en el país”, afirmó Figueroa. “No estamos pidiendo caridad, sino una inversión en el futuro de nuestros jóvenes”.

La escuela, además de enseñar ciclismo, realiza un trabajo social fundamental. Ofrece un espacio seguro y formativo para niños que enfrentan situaciones de riesgo, brindándoles apoyo emocional y educativo. “Hacemos de todo: entrenadores, psicólogos, psicopedagogos. Pero necesitamos un equipo multidisciplinario para atender a los chicos como se debe”, explicó Figueroa. La falta de recursos ha obligado a Figueroa a rechazar a muchos niños que podrían beneficiarse enormemente del programa. “Nos duele tener que decir que no podemos atender a más niños”, lamentó. “Sabemos que cada niño que no podemos recibir es una oportunidad perdida para alejarlos de las drogas y otros peligros”.

La falta de apoyo ha tenido consecuencias devastadoras. Figueroa relató casos de niños que, al no recibir la atención necesaria, han caído en la drogadicción. “Es una tragedia”, dijo. “Podríamos haber salvado a esos chicos si hubiéramos tenido los recursos necesarios”.

A pesar de estos desafíos, la comunidad de Ayacucho ha demostrado un apoyo constante hacia la escuela. Comercios locales y vecinos han colaborado en diversas iniciativas de recaudación de fondos. “Sin la ayuda de la comunidad, no podríamos seguir adelante”, reconoció Figueroa. “Pero necesitamos más apoyo, especialmente de las autoridades”.

La Escuela de Ciclismo Infantil de Ayacucho es un ejemplo de cómo el deporte puede transformar vidas y ofrecer una vía de escape a situaciones difíciles. Con más apoyo institucional, Figueroa y su equipo podrán continuar brindando un espacio seguro y enriquecedor para los niños de la comunidad, demostrando que el trabajo conjunto puede superar cualquier obstáculo.

Para más información y reservas:

• Teléfono: 4338390
• Teléfono: 4585214