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Pese a que se moderó la suba de precios, el consumo de carne sigue en baja
Mientras la inflación general del mes pasado fue del 7,4%, según lo informado por el Indec, la canasta de distintos cortes de carne vacuna mostró una estabilidad, según un reporte habitual que evalúa el comportamiento en supermercados y carnicerías.
El fenómeno obedeció a diversos factores: entre ellos, la hacienda no tuvo un rally alcista y el consumo local sigue deprimido en el marco de la pérdida de poder adquisitivo de la población.
Por caso, según un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario, en 2021 se consumió en Argentina un promedio de 47,8 kg/habitante por año. “Debemos remontarnos hasta 1920 para encontrar un registro en el que se haya absorbido internamente un menor volumen de carne bovina per cápita. En ese entonces, se había precipitado hacia la baja la ingesta nacional, alcanzando el mínimo histórico de 46,9 kilos por habitante al año”, señaló la entidad. Es, justamente, la cifra que se registró en julio según Ciccra.
Tal como resaltaron desde la entidad, se observa en los últimos años que los argentinos reemplazan la carne vacuna por otros animales: de los 109,4 kilos de carne que un habitante consume por año, sólo el 44% corresponde a cortes bovinos: en los 2000, esa cifra representaba más del 60%. Así es que el pollo, por ser más económico, y también el cerdo, fueron ganando terreno en la mesa de los argentinos