Durante el pasado fin de semana, en horas de la madrugada, un grave incidente ocurrió en el barrio del Calvario, Tandil. Vecinos alertaron sobre ruidos inusuales provenientes de un automóvil que aceleraba de manera constante. Horas más tarde, se descubrió que un Renault 18, cuyo conductor estaba bajo los efectos del alcohol, había caído en una pileta de una vivienda en construcción.
Afortunadamente, el accidente no dejó heridos, aunque sí causó significativos daños materiales tanto en la pileta como en la fachada de la vivienda. Este suceso pone en evidencia las deficiencias en los controles de tránsito, ya que el conductor, a pesar de su evidente estado de ebriedad, no fue sometido a una prueba de alcoholemia ni detenido. El vehículo fue retirado del lugar con la ayuda de una grúa y posteriormente secuestrado.