En una ajustada votación en el Senado, la vicepresidenta Victoria Villarruel debió ejercer su poder constitucional de desempate para aprobar la Ley Bases, considerada fundamental por la administración de Javier Milei. El proyecto volverá a la Cámara de Diputados, que deberá aceptar los cambios del Senado o insistir en el texto original aprobado el 30 de abril.
El debate, inédito desde 1983, requirió el desempate de Villarruel en tres ocasiones. En la votación general, su decisión fue crucial para evitar el rechazo de la iniciativa. Tras trece horas de discusión, el tablero marcó 36 votos a favor y 36 en contra, forzando un nuevo empate que Villarruel resolvió votando a favor del proyecto.
Durante la discusión en particular, el oficialismo logró aprobar el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), esencial para el Ejecutivo, gracias al apoyo de senadores kirchneristas disidentes como Sandra Mendoza, Carolina Moisés y Guillermo Andrada. Este respaldo fue vital para superar la oposición del resto de la bancada de Unión por la Patria.
Así, en un escenario de intensas negociaciones y decisiones clave, el Senado logró avanzar en la aprobación de una ley fundamental para la administración Milei.