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Abre un kiosco histórico en pleno centro con un nombre en homenaje al recordado “Dástin”
Será en la tradicional esquina de Yrigoyen y Saenz Peña.

Abre un kiosco histórico en pleno centro con un nombre en homenaje al recordado “Dástin”
Una esquina emblemática del centro de Ayacucho vuelve a cobrar vida con la apertura de un kiosco tradicional, que durante más de tres décadas fue atendido por Ricardo “Dástin” López. El comercio, que había cerrado sus puertas en enero del 2019, ahora está nuevamente en funcionamiento, esta vez bajo la administración de Sonia y Miguel Galarraga, quienes decidieron continuar con el espíritu familiar que caracterizó siempre al lugar.
Ricardo López, conocido cariñosamente como “Dástin”, fue un comerciante muy querido en la comunidad. Nacido en Tandil, residió en Necochea antes de establecerse definitivamente en Ayacucho, donde abrió su kiosco que rápidamente se convirtió en un punto de encuentro habitual para vecinos y visitantes. Su trato cordial con los clientes le valieron el respeto y cariño de generaciones.
El cierre del kiosco se produjo por una combinación de factores: complicaciones de salud y el impacto de la pandemia. Según su esposa, Liliana Taylor, la salud de Dàstin se había visto seriamente afectada en los últimos años, especialmente tras el COVID-19 y un tratamiento de diálisis que agravó su estado general.
Sonia, vinculada afectivamente a la familia de Dástin desde hace años, se comunicó con Liliana antes de reabrir el local. “Quisimos rendirle homenaje a Ricardo y mantener viva su memoria”, expresó. Liliana, emocionada por el gesto, celebró la iniciativa y se mostró agradecida por el respeto hacia su esposo.
El renovado kiosco conserva el nombre y el espíritu del original, atendido con dedicación por la familia Galarraga. La reapertura simboliza no sólo la recuperación de un comercio céntrico, sino también la continuidad de una historia que marcó a toda una comunidad.