Tras más de una década de investigación, la Policía Federal detuvo en Mar del Plata a Santiago Nicolás Mallol, alias “Pipa”, de 37 años, como principal sospechoso del asesinato de la psicóloga ayacuchense María Marta Landívar. La profesional fue encontrada sin vida el 20 de mayo de 2012 en su dúplex en el barrio Golf Chico de Pinamar, en un caso que conmocionó a la región.
María Marta Landívar, de 38 años, murió por un disparo que atravesó su mano y clavícula, afectando la arteria aorta. La escena del crimen, cuidadosamente preservada, no mostró signos de robo. Su celular, computadora y cartera permanecían intactos, lo que inicialmente orientó las sospechas hacia motivos personales o sentimentales.
El primer sospechoso fue Fernando Daniel Miner, exfuncionario de la Secretaría de Seguridad de Pinamar y expareja de Landívar. Miner estuvo detenido 11 días, pero fue liberado por falta de pruebas. Su sobreseimiento dejó el caso en un punto muerto durante años.
La investigación avanzó en los últimos años gracias a pruebas digitales y vínculos indirectos. Mallol es primo de un plomero que era paciente de Landívar y formaba parte de una red delictiva dedicada a robos bajo la modalidad “escruche”. Este sistema implicaba ingresar a viviendas deshabitadas tras vigilarlas. Aunque al principio se descartó el robo como móvil, los indicios llevaron a los investigadores a retomar esta línea.
El rastreo de Mallol fue complicado debido a su constante cambio de domicilio entre Mar del Plata, Ituzaingó y Castelar. Finalmente, la Policía Federal lo localizó gracias a las compras realizadas con una billetera virtual en Mar del Plata. La triangulación de datos permitió ubicarlo y, tras días de vigilancia, fue detenido al salir de su domicilio.
Mallol fue trasladado a los tribunales de Dolores, donde será indagado por el fiscal Diego Bensi. Este arresto es un paso importante en un caso que permaneció sin resolver durante casi 12 años.
El fiscal Benzi destacó que la hipótesis más sólida es que María Marta fue asesinada al descubrir a los ladrones en su domicilio. “Creemos que estamos en la línea correcta”, afirmó.
El asesinato de María Marta Landívar conmocionó a las comunidades de Pinamar y Ayacucho. La noche del crimen, la psicóloga había planeado cenar con amigas, pero nunca llegó. Al no responder llamadas, una de ellas acudió a su casa y la encontró sin vida, rodeada de un charco de sangre.
La familia de María Marta, especialmente su hermano Ignacio, nunca dejó de reclamar justicia. “Mi hermana se defendió; tenía mucho coraje. No merecía morir así”, expresó Ignacio. Con información de TN