Apenas dos años después de perder a su hijo Oliver, la tragedia ha vuelto a golpear duramente a los Roselló. Tras dos semanas de incansables trabajos para rescatar a su pequeño Julen, quien el pasado 13 de enero cayó por un estrecho pozo cuando se encontraba con su familia en una finca de Totalán (Málaga), los padres de Julen eran informados durante la madrugada de este sábado de que el cuerpo del pequeño había sido recuperado sin vida.
“¡Otra vez no!, ¡otra vez no!”. Minutos antes de hacerse pública oficialmente la localización del cadáver, en la vivienda donde estaban acogidos desde hace varios días los padres en Totalán se escucharon gritos, posiblemente en referencia al otro hijo que la pareja perdió. Oliver tenía tres años cuando en 2017 sufrió una muerte súbita. Entonces, Julen apenas era un bebé.
La vivienda donde se encontraban refugiados los padres fue escenario esta madrugada de momentos de tensión y gritos al conocer la localización de su cuerpo sin vida. Diversos informadores que se encontraban en las inmediaciones de la vivienda han tenido que abandonar el lugar precipitadamente, llevados por la fuerte tensión que vivían los padres del niño y las personas que les acompañaban.
El cuerpo sin vida de Julen fue localizado a 71 metros de profundidad cubierto de tierra
Este sábado, los padres de Julen, rotos de dolor, han ido agradeciendo con abrazos las muestras de cariño que les están dando los vecinos que se acercan a expresarles su pesar al tanatorio de la barriada malagueña de El Palo. La desolación y un profundo silencio se siente en el ir y venir de vecinos que acuden al lugar, situado a decenas de metros de la casa donde vivía el menor con su familia en la zona de viviendas conocida como Las Protegidas.
Fuente: Diario El Mundo de España