En la última sesión del Concejo Deliberante de Ayacucho, se aprobó la venta del terreno del ex Vivero Municipal, ubicado en la intersección de las calles Güemes y A. del Valle. La decisión estuvo marcada por un encendido debate entre los bloques políticos.
El concejal Pablo Aguiar, en representación de Union por la Patria, expresó su rechazo al proyecto, señalando que la venta de este espacio público va en detrimento del patrimonio municipal. Según Aguiar, estos terrenos podrían destinarse a proyectos que incrementen el patrimonio público en lugar de reducirlo. Resaltó que, pese a considerar loable el objetivo de mejorar el complejo productivo del área de Ambiente, los recursos podrían obtenerse a través de gestiones con el Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia o mediante otras alternativas.
Además, enfatizó que su bloque ha acompañado previamente proyectos que favorecen el desarrollo local, como la adquisición de créditos con tasas bajas para equipamiento municipal. Sin embargo, en este caso, consideraron que la venta no era la medida adecuada y que existen múltiples posibilidades para utilizar el terreno sin necesidad de enajenarlo.
Por su parte, la concejal Cintia Giardini, del bloque Juntos, defendió la venta al destacar que el terreno ya no cumple una función para el área de Ambiente tras el traslado de sus actividades al complejo productivo. Según Giardini, los recursos obtenidos se reinvertirán en dicho complejo, que ha mostrado un crecimiento notable en productividad y en la gestión ambiental, incluyendo la separación de residuos.