El sector de la carne en Argentina cerró el segundo semestre de 2022 con un aumento acumulado del 42,4 por ciento, muy por debajo de la inflación general de 94,8 por ciento. Sin embargo, en las últimas jornadas se registraron saltos de hasta el 30 por ciento en el precio de algunas categorías de animales destinados al consumo doméstico, que ya comenzaron a impactar en el precio al mostrador.
Según Hernán Letcher, director del CEPA, los aumentos se deben a la retracción de la faena debido a las lluvias, el aumento del costo del maíz y la recuperación de la demanda de China. Además, los consignatarios tienen un gran poder de influencia en el mercado y cuando la oferta se retrae, el mercado puede sobrereaccionar.
En la ciudad de Ayacucho, comerciantes reportan un aumento en los precios y señalan que es cada vez más difícil mantener precios accesibles para el consumidor. “La gente se asusta por los aumentos, pero siempre se trata de poner ofertas y de esa forma no gaste tanto. La carne es un producto primordial, nosotros buscamos posibilidades para que no sea tan fuerte el golpe de aumento” dijo Claudio Lopez, carnicero local.