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Una Iglesia Cristiana brinda apoyo espiritual y recorre barrios brindando ayuda social
Juan Cruz Pasarelli, líder de la Iglesia cristiana Jesus mi Fortaleza, dio detalles a Urgente Ayacucho sobre la labor social y espiritual que realiza su congregación en la ciudad. La Iglesia, que se ha convertido en un pilar tanto espiritual como social para muchas familias, no solo ofrece apoyo religioso, sino que también se preocupa por las necesidades materiales de aquellos que enfrentan dificultades económicas.
Pasarelli explicó que la inspiración para iniciar las obras de solidaridad y acompañamiento social en Ayacucho proviene directamente de las escrituras, y más específicamente del versículo de Lucas 9:13-17. Este pasaje narra cómo Jesús alimentó a 5000 personas con solo cinco panes y dos peces, multiplicando el alimento para satisfacer a la multitud. La Iglesia interpreta este acto como un llamado a atender no solo las necesidades espirituales de las personas, sino también sus necesidades físicas.
El trabajo solidario de la Iglesia se centra en la distribución de ropa y calzado para hombres, mujeres, niños y adultos mayores, así como en la entrega ocasional de leche y alimentos. Según Pasarelli, la misión de la Iglesia es proporcionar un apoyo integral que incluya cuerpo, alma y espíritu. “Entendemos que hay necesidades espirituales que son suplidas por Dios y utiliza como instrumentos a la Iglesia, pero también entendemos que además del sustento espiritual, necesitamos sustento físico porque somos cuerpo, alma y espíritu”, expresó.
Uno de los principales desafíos que enfrenta la Iglesia en la implementación de estas actividades es la falta de apoyo externo. Todas las acciones son llevadas a cabo de manera independiente, con los recursos que proveen los propios miembros de la congregación y las donaciones de la comunidad. “Todo esto se desarrolla a pulmón”, señaló Pasarelli, destacando la importancia del esfuerzo colectivo. Las donaciones de ropa, zapatos y alimentos provienen de los hermanos de la Iglesia y de los vecinos, y son estos recursos los que permiten mantener la labor solidaria.
La Iglesia ha logrado establecer puntos de distribución en diversas sedes barriales, como Villa Aurora y el embarcadero, facilitando el acceso a la ayuda para quienes más lo necesitan. Sin embargo, Pasarelli mencionó que no reciben ayuda directa de organizaciones o instituciones, lo cual presenta un desafío adicional. “No es una queja, simplemente es un desafío que enfrentamos para poder llevar a cabo esta labor”, aclaró.
La respuesta de la comunidad ha sido muy positiva. Los vecinos no solo han recibido con gratitud la ayuda proporcionada, sino que también han colaborado activamente en la difusión de la información y en la donación de ropa. Esta participación comunitaria ha sido crucial para el éxito de las iniciativas de la Iglesia. “La comunidad ha sido muy abierta no solo a recibirnos, sino también a colaborar. Hemos visto mucha gente predispuesta a correr la voz y a donar ropa”, comentó Pasarelli.
En cada entrega de ropa o alimentos, la Iglesia también aprovecha la oportunidad para predicar y compartir el evangelio. “No solo repartimos ropa o alimentos, también sembramos palabra de vida y el evangelio”, afirmó Pasarelli, subrayando la importancia de la misión espiritual de la Iglesia.
Para contactarse con la Iglesia, comunicarse al: Sarmiento 371 Tel: 11-69430373